04/10/2020
Poco a poco los trabajos fueron especializándose y eso permitió que muchas personas pudieran utilizar sus talentos naturales para destacar en un área de especialidad. Unos pocos afortunados podían vivir de su inteligencia, dialéctica, minuciosidad o empatía. Hoy en día hemos ido mucho más allá y la mayoría de las personas quieren ganarse la vida haciendo cosas que se les dan bien pero que, además, les hace sentir bien. Es lo que llamamos realización o sentido de significado.
Suena bonito, pero la realidad es que a muchísimos jóvenes esta idea les supone todo un desafío. Incluso aquellos que ya están estudiando una formación profesional o una carrera universitaria se van a encontrar con dudas porque las alternativas en el mundo profesional son tan amplias que es normal que el cerebro se sienta un poco ansioso. Así que… ¿qué podemos hacer para dirigir nuestra vida académica y laboral? A continuación vamos a darte seis claves que pueden ayudarte.
1. Conócete a ti mismo
La importancia de conocerse a uno mismo es una idea filosófica que ha perdurado hasta nuestros días. Si hay un área en la que puede ser especialmente útil, es la de encontrar una vocación. En la mayoría de las personas encontrar una ocupación viene determinado por dos datos acerca de uno mismo: el primero es lo que se te da bien hacer, y el segundo, aquello que disfrutas haciendo. Cuando conoces estos dos datos resulta mucho más fácil encontrar la respuesta.
Hoy en día existen alrededor de medio millón de ocupaciones distintas. Ante tantas posibilidades es totalmente normal que sientas ansiedad.
2. Acepta que no tener las cosas claras es totalmente normal
Después de haber leído el anterior consejo, muchos pueden pensar que se trata de una tarea fácil. Sin embargo, no es así. A esta edad no solemos tener bien definidos nuestros intereses y gustos y en muchos casos todavía no hemos descubierto nuestros talentos naturales, por lo que seguir el lema de «conócete a ti mismo» puede ser difícil y puedes necesitar reflexionar para encontrar respuestas.
3. Crea un listado
Una manera genial de ir encontrando tus gustos e intereses es hacer un listado con todas aquellas cosas que recuerdes que te ha gustado hacer o te ha hecho sentir bien en un momento de tu vida. Pueden ser cosas tan dispares como construir algo, preparar una reunión con amigos, ayudar a una persona que se sentía mal o reparar algo que estaba roto.
4. Experimenta y prueba
Asomarse al mundo real puede darnos una impresión clara acerca de cómo vamos a sentirnos haciendo un determinado trabajo. Si, por ejemplo, te gustaría trabajar en televisión, puedes probar primero a hacer entrevistas por la calle, visitar una redacción o hacer de presentador delante de una cámara. Si crees que te gustaría dedicarte al mundo de la mecánica, podrías empezar por ver si te diviertes desmontando tu bicicleta y volviendo a montarla.
5. Piensa en oportunidades
La inmensa mayoría de los trabajos y las empresas nacieron para solucionar problemas que tenían las personas. Los abogados eran personas que conocían las leyes y tenían buena oratoria, lo que les permitía defender a aquellos que no sabían leer. Los arquitectos resolvían el problema de hacer viviendas más resistentes, luminosas y aisladas del frío y la lluvia. Incluso las empresas como Amazon dan respuesta a problemas como la falta de tiempo para ir de compras. Observa las personas que tienes alrededor y piensa en las cosas que necesitan o que les causan problemas. Si eres capaz de encontrar soluciones eficaces a problemas comunes, es posible que la gente esté dispuesta a pagarte por tus ideas o tus servicios.
6. Confía en ti
Las empresas cada vez se fijan menos en el expediente académico y más en otro tipo de habilidades, como la iniciativa, la confianza, la creatividad o la capacidad para trabajar en equipo. Busca oportunidades para aprender estas habilidades y demostrar tu valía. Haz voluntariado. Muestra buena disposición. Preséntate voluntario para hacer prácticas o un ejercicio en clase delante de tus compañeros y compañeras. Tu capacidad para destacar y mostrar iniciativa será determinante para encontrar oportunidades que te ayuden a saber lo que te gusta hacer y decidir tu futuro profesional.
No tengas miedo a equivocarte. Probar y darse cuenta de que no estamos disfrutando algo es parte del proceso.
Como ves, encontrar tu vocación puede ser algo que lleve tiempo. Sé paciente contigo mismo y recuerda algo muy importante: probar, experimentar, es algo positivo y no pasa nada por equivocarse. Cada equivocación es un paso adelante que nos permite estar más cerca de lo que realmente queremos hacer.