04/10/2020
Existe una razón biológica por la que durante la adolescencia resulta un poco más difícil controlar las emociones. Durante esos años el cerebro emocional está muy desarrollado, y las áreas cerebrales encargadas de ilusionarse y generar ilusiones y expectativas también. Sin embargo, las áreas cerebrales que se encargan de controlar las emociones todavía no están suficientemente desarrolladas, por lo que en algunos momentos de rabia o frustración el cerebro funciona como un «caballo desbocado»; las emociones tienen mucha fuerza, pero la razón tiene poco control. Por si eso fuera poco, durante esos años se produce un aumento brusco de la testosterona (tanto en chicos como en chicas) que nos hace estar más agresivos. Finalmente, otro factor que puede influir en nuestra forma de responder son nuestros estilos de afrontamiento.
Estilos de afrontamiento
Otra razón por la que nos cuesta discutir «civilizadamente» es porque nuestro cerebro activa una respuesta de defensa hacia las personas y actitudes distintas a la nuestra. Cada uno de nosotros tiene distintos estilos de comunicación que utiliza para resolver estas discrepancias con otras personas. Las personas que tienen un estilo de enfrentamiento pasivo evitan el conflicto quitándose ellas mismas el derecho a defender sus intereses. Las que adoptan un estilo agresivo, sienten que ganan las batallas, pero a largo plazo provocan el rechazo de los demás, que evitan ese exceso de agresividad y se cansan de que el otro se salga siempre con la suya. Los expertos aconsejamos buscar un punto de equilibrio entre la agresividad y la pasividad al que llamamos asertividad. Por resumirlo en una sola frase, podríamos decir que la asertividad es la capacidad de escuchar otros puntos de vista y expresar lo que pensamos, lo que queremos y lo que no queremos de una forma clara, aunque también respetuosa con el otro.
Las personas con una autoestima más baja o con menos habilidades sociales son más proclives a adoptar un estilo de comunicación tanto pasivo como agresivo. La persona que se comunica de forma asertiva se siente segura de sí misma. No se calla lo que piensa, sino que lo expresa. Tampoco grita o hace sentir mal al otro, sino que es capaz de hacerse entender sin perder el respeto por los demás.
La asertividad es una herramienta de comunicación muy efectiva en para solucionar conflictos.
La realidad es que nadie está en el punto perfecto de asertividad. Todos tenemos situaciones en las que nos volvemos un poco más pasivos y otras en las que actuamos de forma un poco más agresiva. Sin embargo, también es cierto que todas las personas tenemos la capacidad de entrenar nuestro estilo comunicativo para ser cada día más asertivas.
CÓMO EVITAR CAER EN LA IRA
A pesar de lo que has leído, puede que te sea difícil contener la ira en algunos momentos. Recuerda que la mejor manera de evitar estos ataques es intentar hablar las cosas de forma asertiva. Sin embargo, a pesar de eso, en algunos momentos es posible que no seas capaz de hacerlo, que te encuentres al otro lado a una persona que no te responde de la forma adecuada o que simplemente estés demasiado enfadado o enfadada para actuar de forma calmada. A continuación puedes encontrar siete pasos que pueden ayudarte a controlar la ira.